BANNER DE BROTES DE ALFALFA

GERMINANDO

La humanidad está germinando desde hace miles de años.

Cuando una semilla encuentra la humedad y temperatura adecuada germina. Con esta premisa no debería ser nada complicado producir tus propios germinados y brotes, pero abre un enorme abanico de procedimientos y tecnologías para germinar que a veces complica a la hora de iniciarse.

Hasta ahora lo que siempre hemos utilizado para producir nuestros vegetales han sido recipientes con tierra, fibra de coco, perlita, vermiculita, etc. métodos con el que se obtiene un gran rendimiento y supervivencia de la planta. Estos sustratos aportan al vegetal las sustancias nutritivas que necesita para su crecimiento, ya que la semilla agota sus propias reservas en los primeros días. Pero ensucian los germinados y por higiene no debemos meter estas macetas en nuestra cocina para producir brotes y germinados. Tampoco deberían utilizarse estos métodos para fin comercial en la producción de germinados por seguridad alimentaria, a menos que seas un profesional del sector. Por tanto no os hablaré de esos métodos muy útiles para la producción de plantas adultas. Los brotes y germinados son un estado previo, por lo que podemos realizarlo en recipientes o superficies sin tierra, lo cual será más higiénico para tus germinados y evitarás ensuciar tu casa o negocio.

Los métodos caseros más conocidos pueden utilizar como soporte para la germinación sin tierra un clásico plato o recipiente de barro, una bandeja perforada, un colador, una toalla, un tarro o incluso una bolsa de material vegetal. Cualquiera de ellos se basa en un procedimiento genérico que incluye los siguientes 5 sencillos pasos para producir tus propios brotes y germinados:

  1. Limpiar y seleccionar las semillas.
  2. Remojarlas en agua (ver tiempo variable para cada semilla que indique las instrucciones del sobrecito).
  3. Colocarlas en un lugar húmedo y regarlas al menos 2-3 veces al día durante los primeros días.
  4. Exponerlas al sol cuando aparezcan primeros brotes y continuar con los riegos.
  5. Eliminar cáscaras y cosechar (en el tiempo también indicado).

Te enseñamos diversos métodos para hacer tus germinados caseros, con sus ventajas e inconvenientes:


1. UN PLATO LLANO O NO MUY HONDO

Germinador de Barro con Bandeja de Agua

Colocado en cualquier zona que tengamos luz puede servirnos para hacer una pequeña producción de germinados, suficientes para una ensalada o añadir a un superzumo. La ventaja, cualquier plato que nos permita regar las semillas y colocarlas cerca de una ventana nos servirá. El inconveniente es que nos puede quedar restos acumulados de agua y favorecer la aparición de mohos y podredumbres. Asegúrate que las semillas nunca se quedan secas, sobre todo al principio y de que eliminas bien el agua sobrante tras cada riego.


2. UN RECIPIENTE O GERMINADOR DE BARRO

GERMINADOS EN BARRO

También puede servirnos igual que en el caso anterior, con las mismas ventajas, pero además el barro es un material que permite conservar la humedad por lo que aunque retires el agua sobrante tras cada riego tendrás después tus semillas con una humedad adecuada para su germinación, mucho más si colocas este recipiente de barro sobre otro con agua. Encontrarás que existen bandejas o incluso germinadores de barro o materiales lavables como plástico o cristal, con varias bandejas que pueden apilarse y que puedes utilizar varias veces. Los germinadores tipo torre te permiten hacer varios germinados al mismo tiempo. También existen variantes de este tipo de bandejas donde se utiliza el bambú o materiales sintéticos.


3. UNA BANDEJA PERFORADA

Brotes y Germinados

De cualquier tipo o un colador que se pueda limpiar correctamente tras cada cosecha también puede servirnos. La ventaja de este método es que nos permitirá eliminar fácilmente el agua sobrante pero el inconveniente es que las raíces que se van formando en las nuevas plantas se introducen por los pequeños orificios, secándose y provocando la muerte e la planta en ocasiones o dificultando después el cosechado de los brotes y limpieza de la bandeja. Si la colocas encima de otra te permitirá recoger el agua sobrante para no inundar la zona donde realices tus germinados.


4. UNA TOALLA DE ALGODÓN

Germinando en una toalla

Es el método que menos nos gusta porque el tejido retiene el agua y los nutrientes de las propias semillas, lo que es sin duda un excepcional caldo de cultivo para el crecimiento de gérmenes, pero para ciertas semillas es el único método que funciona pues su ventaja es precisamente esa capacidad de conservar la humedad que necesitan. También puedes utilizar este método para los 2-3 primeros días y después pasar las semillas ya brotadas a platos o bandejas para que continúen creciendo. De esta manera tendrás las ventajas de cada método y eliminarás sus inconvenientes.


5. UN TARRO DE CRISTAL

Germinando en un tarro

Es sin duda el método más conocido. Su ventaja es sobre todo estética, quedan preciosos colocados en una estantería, pero además te permite cierto aislado de los germinados del exterior lo que propicia una correcta humedad y evita que se contaminen o ensucien. El principal inconveniente es que tienes que usar una malla o tela para taparlo y que no se te vayan por el desagüe tras cada enjuague, la cual acaba también siendo un caldo de cultivo o bien encontrar un tarro de cristal con los orificios de la tapa adecuado al tipo de semillas que vayas a germinar. Será la experiencia la que te permita ir eligiendo el orificio de malla adecuado a cada tipo de semilla. También hay germinadores torre para hacer brotar varios tipos a la vez.


6. UNA BOLSA DE MATERIAL VEGETAL COMO LINO, CÁÑAMO O ALGODÓN

Germinando en bolsas de materiales naturales

En cuyo interior crezcan las semillas es junto al del tarro de cristal otro de los métodos más conocidos. Sus ventajas, es que puedes confeccionarlo tu mismo con un trozo de tela, que permite eliminar fácilmente el agua restante tras cada lavado, que facilita una correcta aireación de las semillas y que después de cada uso las lavas e higienizas. Su desventaja es que, aunque permite oxigenar las semillas si no riegas suficientemente estas acaban secándose más rápido que con otros métodos, como los de las bandejas o tarros, por lo que no es recomendable para algunos tipos de semillas.


Esperamos haberte ayudado a elegir el mejor método para hacer tus propios brotes y germinados.

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